¿Eres de los que piensan que en verano tienes que interrumpir tu depilación láser? Pues te adelantamos desde ya que estás ante un error. De hecho, esta falsa creencia podría suponer un retroceso en tu tratamiento. ¿Quieres saber por qué? Te contamos a continuación.
Existen tres fases del crecimiento del vello: anágena, catágena y telógena. La primera es la fase de crecimiento del vello propiamente dicha. La segunda es el periodo de transición, el desarrollo del pelo se detiene, se separa de la papila folicular y lentamente se libera de la raíz. La tercera es la etapa de reposo, en el cual el pelo se desprende del folículo dando lugar a la caída.
Si cuando ya has comenzado tu tratamiento el vello avanza de fase y detenemos el proceso, podría recuperar su ciclo normal de crecimiento y perder gran parte del resultado conseguido, dando como consecuencia el engrosamiento de la vellosidad y la repoblación de zonas que ya se habían debilitado. Por tanto, podríamos perder eficacia en nuestro tratamiento y el vello podría volver a su crecimiento habitual. Por este motivo es muy importante continuar con nuestra depilación durante el número de sesiones que tu técnico te haya aconsejado para tu caso en particular y así conseguir resultados óptimos.
Y, ¿qué pasa si quiero tener una piel bronceada y a la vez continuar con la depilación?
Tiempo atrás, la suma de láser y sol era completamente contradictoria debido a la generación de altas puntas térmicas que provocaban agresiones a la piel, y que, por tanto, necesitaban un periodo de descanso para que ésta se pudiera recuperar antes de exponerla al sol, ya que, de no ser así, la fotosensibilidad en la que se encontraría la dermis podría dar lugar a manchas y quemaduras no deseadas.
Pero, si eres de las personas que quieren lucir en verano una piel bronceada y sin pelo, tenemos una buena noticia: las dos opciones son compatibles. En nuestro centro PIEL ZERO contamos con la más innovadora y potente tecnología: Ópphalo LS-1200, que te permite estar moreno a la vez que te sometes a tu tratamiento.
Pero… Eso no significa que no debas de tomar precauciones.
A pesar de que te demos vía libre para disfrutar del verano, debes de tener en cuenta que la dermis después de una depilación siempre queda algo fotosensible, por ello, recomendamos que la dejes descansar 2 o 3 días después de tu sesión. Una vez pasen estos días ya puedes empezar a ponerte al sol, pero no olvides hidratarte tanto por dentro, bebiendo mucha agua, como por fuera, aplicando tu crema hidratante. Tener la piel en buen estado te ayudará a potenciar tu bronceado, haciéndolo más duradero y uniforme y, además, te ayudará a preparar la piel para tus próximas sesiones de depilación haciendo que sean menos molestas y mejorando los resultados. También puedes utilizar el gel de Aloe Vera (de venta en nuestro centro PIEL ZERO), la cual, gracias a su alto contenido en vitaminas A, E y zinc, contribuye a la captación de agua en la piel, y tiene propiedades antiinflamatorias, calmantes, cicatrizantes y regenerativas. Además, será una buena aliada para aplicarla como potente aftersun.
Por último, no olvides aplicar alta protección solar (30-50 SPF) para evitar el envejecimiento prematuro, manchas y quemaduras innecesarias. Recuerda que piel solo hay una y cuanto más la cuides, más te lo agradecerá y mejor responderá ante posteriores tratamientos. En el caso de la depilación láser, podría ayudarte a acelerar el proceso de debilitamiento del vello y la necesidad de utilizar menos sesiones para finalizar tu proceso de depilación.
Y si ya estoy morena, ¿me puedo realizar la depilación?
Hay una antigua creencia que decía que las personas de piel morena no son compatibles con el láser. Y la verdad es que esto no es del todo cierto. Siempre se ha dicho que la depilación láser es más eficaz cuanto más blanca sea la piel y más oscuro sea el vello. Esta creencia tiene una explicación. El láser emite una luz que tiene una longitud de onda concreta que va a ser absorbida por la melanina de la piel, que es el pigmento de ésta. La melanina presente en el vello es lo que va a atrapar la luz que emite el láser y a través del mismo lo va a transmitir hacia el folículo piloso. Esa luz se convertirá en calor y su alta concentración eliminará el folículo piloso asegurándose que no vuelva a crecer más vello. Por ello decimos que el láser es la depilación definitiva.
Ahora que sabemos esto, tenemos que tener en cuenta que a mayor concentración de eumelanina, o, en otras palabras, más oscuro sea el pelo, mejor captará la energía de nuestro láser el vello y con mayor facilidad se debilitará el folículo. Además, las personas con piel clara, pelo oscuro y grueso son las que verán resultado más fácilmente y en menos sesiones. Aun así, eso no quiere decir que las pieles oscuras no obtengan buenos resultados… Nuestro Ópphalo LS-1200 es compatible con todos los fototipos de pieles. Además, sus ráfagas de luz van directamente a la captación del folículo piloso y no a la piel, sin suponer ningún tipo de impedimento la melanina de la piel. Por tanto, podemos estar super morenos, que nuestro láser captará el vello a la perfección.
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